Nektaria

Claudia Rocío Rodríguez Rincón


LA FLOR
ES BREVE , EL TIEMPO: EL TIEMPO ES INTERMINABLE .
DECIRSE MUERTA , NOMBRARSE MUERTA
OLVIDARSE MUERTA Y VOLVER,
A INMOLARSE.
AMBROSÍA POÉTICA DE UN CUERPO VISTO POR
LA FLOR


¿El lugar de la me-moria? ¿El lugar del olvido?

“Lo que llamamos memoria es una trampa. Por eso perderla es el estigma de aquellos que han oído la música inaudible. Ahora olvida, olvida más. El peligro de parecer la que fuiste, de ser ésa u otra en tu imaginación. Olvida incluso el futuro. Como si vivieras por primera vez. Como si estuviera en juego la muerte, la promesa de que la muerte esconde un secreto. Eso que siempre supiste. Porque en realidad nada está oculto, salvo tú, todo el tiempo. Olvida el comienzo, el final, la historia que perdiste. Hasta que no quede nada, ninguna cosa o imagen te distraiga. Escucha tú eres el mundo. Tú como el río, eres el mundo. Toda su desgracia y abrumadora hermosura. La enfermedad y el canto de las piedras cuando las roza el agua y ellas tiemblan bajo la mirada del dios. La guerra y el hambre. La felicidad indecisa al fondo de las estaciones sin nombre. Olvida, olvida más. No hay mejor puerta para la única memoria que cuenta.”
María Negroni



Lugar de duelo y lugar oasis: Un lugar… Cuerpo insecto y cuerpo flor: Nektaria.  Memoria polvo y memoria humo: La danza. 
Nadie. 

“la forma: emerge, brota, surge, nace, se manifiesta; de la sensación.”
¿Qué es sensación?, ¿acaso es la intuición en la piel misma?

La flor me ve y me refleja, me devuelve sensación y se desvanece entre la luz y la sombra. 

La Flor…  la vieja flor. Me reconoce sin nunca antes verme y me mira.

Susurro: -Has estado siempre ahí, nunca me has dejado… eres la fuerza horizontal que alimenta mi peso. 

Y muero 
Y broto, e infinitamente me inmolo, renovando la sensación del volver a reconocerte. 

Nuestra danza  (la tuya y la mía), inicia con las nektarianas.  Ninfas danzantes polinizadoras y a su vez capullos desplegando pétalos suaves e invisibles, desplegando la potencia del deseo, AMBROSÍA. 

Y la potencia encarnada en nuestros ojos, en los que me miro y me transformo para defendernos del exterminio: parpadea. 

Tus ovarios lamprea se manifiestan para abrazarme, contenerme y escondernos, me anuncian y enuncian la luz, el destello cegador que me chupa como agujeros negros…

Estamos en el abismo, en el pantano de arenas movedizas que domina él mismo a la fuerza del centro de la Tierra. Y en este pantano buscamos todo aquello amado que se nos ha refundido. Buscamos la oscuridad profunda, tu y yo, solas. 

El animal rígido percute, el animal rígido no escapa, el animal rígido hiperventila, el animal rígido arde, el animal rígido salpica la propia sangre…

Por favor flor, roza mi origen, rasguña mi origen, y alcánzame. 
Y, háblame. Háblame de sumisión, háblame de repliegues. Háblame con angustia, háblame con dolor y sufrimiento. Háblame, háblame. Preséntate ante mí. 
Te invoco. 
Contigo entro en las tinieblas y sigo tu trayecto. Tu contagio. 
Me cristalizo para volver al retorno, nos necesito flor. 

Abuelitas felinas, yo no quiero hablar más en voz baja, 
enséñenme el rugir. 
Enséñenme el grito, el canto firme que traspasa lo invisible, 
enséñenme el vacío de silencios y préstenme sus alas. Se los pido por favor.  
Déjenme flor, y… volver 
A
Morir e Inmolar
Morir de mí misma y en mí misma
Morir varias veces y 
todas

SER Pelos, uñas, dientes, olor… que se desprenden, se deshacen y solo son 
Enredar mugrosa lana 
Polvo de anciana riega 
Agonizante luciérnaga 
Esqueleto aleteo 

¿Qué soy? ¿Soy cuerpo? 
¿Qué soy? ¿Puro deseo?
Soy susurro 
y
El susurro es polvo 
Polvo de polilla 
Polilla que se precipita al fuego 
Un círculo 
Inevitable 


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